9 de septiembre de 2011. La arqueología mexicana ha
registrado en los últimos cinco años un crecimiento integral. Ocho
nuevos sitios prehispánicos abrieron al público, con lo que se eleva la
oferta cultural a 184; se han registrado numerosos e importantes
hallazgos y la difusión de este patrimonio se extiende ahora por
Internet, con interactivos, videos y paseos virtuales.
Además, se
han consolidado planes de manejo que prevén programas de accesibilidad y
sustentabilidad en los principales destinos arqueológicos de México.
Con estas acciones se ha atraído a poco más de 45 millones de visitantes
de 2007 a junio de 2011.
En 2006, el presidente Felipe Calderón
se comprometió a abrir al público 10 nuevas zonas arqueológicas. En
respuesta, el Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH-Conaculta) ha concretado la apertura de ocho: Peralta y Cañada de
la Virgen, en Guanajuato; Tehuacalco y Soledad de Maciel, en Guerrero;
Chiapa de Corzo, en Chiapas; Bocana del Río Copalita, en Oaxaca;
Tancama, en Querétaro, y Cerro de Trincheras, en Sonora.
Se prevé
que en 2012 se alcance —e incluso se rebase— la meta propuesta, ya que
continúan los trabajos para la puesta en valor de los sitios: Teteles
del Santo Nombre, en Puebla; Cerro del Teúl, en Zacatecas, y Plan de
Ayutla y Lagartero, en Chiapas.
En el último lustro,
especialistas del INAH han llevado a cabo el rescate, exploración y
restauración de las antiguas edificaciones de estos sitios
precolombinos, además de dotarlos de la infraestructura y servicios
necesarios para la adecuada atención de los visitantes, así como museos
de sitio y salas de interpretación que ayudan a comprender la relevancia
cultural de cada uno de estos lugares.
La apertura de estas
nuevas zonas arqueológicas, localizadas en diferentes regiones de la
República Mexicana, se ha hecho con base en tres criterios: certeza
jurídica en lo relativo a los predios sobre los que se asientan los
monumentos prehispánicos; el establecimiento de un proyecto de
investigación científica y académica a largo plazo, así como su cercanía
con localidades de alta marginación, a fin de que se pueda contribuir a
la mejora de su economía, a través del turismo cultural.
En
materia de investigación arqueológica, en el último lustro equipos de
especialistas del Instituto han continuado con la realización de
diversos trabajos de exploración y restauración que a su vez han
derivado en importantes hallazgos, entre ellos el descubrimiento de 116
entierros con más de mil años de antigüedad, en la periferia de la Zona
Arqueológica de Comalcalco, Tabasco, lo que sugiere que podría tratarse
de un cementerio prehispánico asociado a la cultura maya.
Otro de
los estudios relevantes es el realizado al interior de una cámara
funeraria bajo el Templo XX, a la que nadie ha podido acceder desde hace
1,500 años, que se hallaen la Acrópolis Sur de la Zona Arqueológica de
Palenque, Chiapas. La exploración hechacon una microcámara arrojó
imágenes del sepulcro donde se observan paredes pintadas de rojo y
figuras humanas delineadas en negro, además de la existencia de vasijas,
piezas de jade y concha, que debieron formar parte del atuendo
mortuorio del personaje.
Destaca también el descubrimiento de dos
esculturas prehispánicas en piedra caliza, que representan a cautivos
de guerra, y un par de tableros que fungieron como marcadores de un
juego de pelota, en la Zona Arqueológica de Toniná, Chiapas. El
descubrimiento corrobora la alianza pactada por los señoríos de Copán,
en Honduras, y de Palenque, en México, en la guerra que esta última
ciudad maya sostuvo contra Toniná durante 26 años (de 688 a 714 d.C.),
por el control de las aguas del río Usumacinta.
La investigación
arqueológica en el norte del país arrojó recientemente el hallazgo de
dos cuerpos humanos parcialmente momificados y de un esqueleto de
ancestros rarámuri, en la Sierra Tarahumara, Chihuahua. El par de momias
se suman a otras ocho que se descubrieron en el mismo sitio a finales
del año pasado, cuya antigüedad se estima entre 800 y 1,000 años.
En
Teotihuacan las investigaciones se han acrecentado desde hace un par de
años con el uso de un pequeño carro-robot operado a control remoto, el
cual ha ofrecido las primeras imágenes del interior de un túnel
construido hace más de dos mil años por los teotihuacanos, localizado
debajo del Templo de la Serpiente Emplumada; dichos avances forman parte
del Proyecto Tlalocan: Camino bajo la tierra, y marcan un hito en la
historia de las excavaciones arqueológicas en México y en el continente
americano.
Accesibilidad y sustentabilidad
El INAH también apuesta por la accesibilidad del público con
discapacidad a estos sitios, mediante la instalación de rampas y
elevadores, como es el caso de la Zona Arqueológica de Monte Albán, en
Oaxaca, que recientemente puso en operación un elevador que funciona con
energía solar, así como una rampa de acceso a la plaza principal,
elementos que permiten el libre desplazamiento de este tipo de público
por el sitio.
En corto plazo, se prevé la colocación de más rampas de acceso y cédulas en braille, para facilitar la visita de las personas con discapacidad visual a este sitio zapoteco, el único en el país con esta infraestructura, y un modelo a seguir para otros lugares; las zonas arqueológicas de Yagul y Mitla, en Oaxaca, también tendrán este tipo de elementos.
La instalación de plantas de tratamiento
de aguas residuales en cinco zonas arqueológicas (Teotihuacan, Monte
Albán, Palenque, Chichén Itzá y Tulum), es otra de las acciones en
materia de sustentabilidad que el INAH emprende para la preservación de
los sitios y su entorno, de acuerdo con los planes de manejo.
A
los sitios anteriores se sumarán próximamente Cholula, El Tajín, Cobá,
Dzibilchaltún y Uxmal, que también tendrán plantas de tratamiento; esta
infraestructura seincorpora en estas diez zonas arqueológicas que son
las de mayor afluencia de visitantes.
El patrimonio cultural en línea
En
la era de las nuevas tecnologías de la información, el INAH también
cumple la misión de acercar al público este tipo de patrimonio cultural,
en particular a las nuevas generaciones, a través de 11 recorridos
virtuales por igual número de zonas arqueológicas.
Estos paseos,
que han sido vistos por más de 71 mil cibernautas, están disponibles en
www.inah.gob.mx/paseosvirtuales. De entre ellos se puede elegir visitar
los sitios de La Venta y Comalcalco, en Tabasco; Teotihuacan y
Malinalco, en el Estado de México; Tlatelolco, Ciudad de México;
Xochicalco, en Morelos; Alta Vista, en Zacatecas; Palenque y Yaxchilán,
en Chiapas, y Chichén Itzá, en Yucatán.
El más reciente recorrido
de este tipo, es el paseo virtual subacuático que permite al usuario
sumergirse 12 metros en el mar Caribe, donde yace el “Laguna de
Mandinga”, una embarcación moderna que fue hundida intencionalmente para
formar un arrecife artificial en la isla de Cozumel, Quintana Roo; con
sólo dos meses en línea este paseo ha tenido 9,326 visitas.
De
esta manera, se ofrece a los usuarios una aproximación a la labor que
desempeña la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH, respecto a
la investigación, conservación, protección y difusión del patrimonio
cultural que yace bajo las aguas de jurisdicción nacional, tanto marinas
como continentales, y que a la fecha tiene un inventario y diagnóstico
de casi 300 sitios arqueológicos sumergidos en México.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario