Fuentes Originales:
http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/6324245/Literatura-Precolombina.html
http://mitsari07abigail.blogspot.com.ar/2009/03/tipos-de-escuelas-en-el-mexico.html
El simbolismo precolombino - Federico Gonzalez- editorial Kier
Publicado por Puri en 20:55
Recuperado por Nahuatl Audiovisual el 04 de mayo 2020
"En la
casa de las pinturas comienza a cantar,
ensaya el
canto,
derrama
flores,
alegra el
canto.
Resuena el
canto,
los
cascabeles se hacen oír,
a ellos
responden
nuestras
sonajas floridas.
Derrama
flores,
alegra el
canto.
Sobre las
flores canta
el hermoso
faisán,
su canto
despliega
en el
interior de las aguas.
A él
responden
varios
pájaros rojos,
el hermoso
pájaro rojo
bellamente
canta.
Libro de
pinturas es tu corazón,
has venido a
cantar,
haces
resonar tus tambores,
tú eres el
cantor.
En el
interior de la casa de la primavera,
alegras a
las gentes."
(Poema de
Nezahualcóyotl )
Los antiguos
mexicanos pensaban que la poesía era lo
único que realmente los acercaba a la divinidad y lo único que podía
transmutarlos en parte de la esencia
divina, única posibilidad de asegurar la existencia para siempre.
La poesía
desarrollaba y profundizaba en una definición: "flor y canto", lo que
le añadía un fundamento estéticofilosófico.
Este fundamento era la respuesta a las
preguntas que se hacían los sabios, los tlamatini: ¿qué es la vida?; si somos
tan efímeros, ¿de qué manera nos podemos comunicar con los dioses y participar
de su inmortalidad?
La respuesta
era que a través de la belleza vuelta símbolo, de la flor y de la palabra
verdadera: el canto.
En la lengua
náhuatl, lengua en todo el Anáhuac, no
existía el concepto occidental de “arte”. Las expresiones artísticas estaban
intrínsicamente ligadas a la concepción de la divinidad suprema, entendida como
algo abstracto, que no se podía ver ni tocar, pero que era el medio por el cual
el Espíritu se expresaba. Este “lenguaje” era entendido como “flor y canto”, es
decir, la belleza que significa el perfecto equilibrio del mundo material.
La
Cuicacalli, la Casa o templo de los cantos y pinturas "es donde se vive lo
sagrado, la energía de los dioses por medio de danzas, flores y colores, lo que
equivale a decir, a través de la poesía, la belleza y las ciencias del ritmo
como símbolos de los númenes que activamente configuran el universo del que esa
casa o templo es un reflejo." (Federico Gonzalez)
En todas
partes, a lo largo del México (Tenochtitlán, Texcoco y Tacuba), poesía, canto y
danza eran ciencias oficiales, regidas por una institución rigurosamente
organizada: el Cuicacalli, o Casas de Canto, donde ingresaban los niños a la
edad de 12 años.
Poetas de
renombre, músicos y danzantes distinguidos eran los encargados de organizar el
Cuicacalli; recibían su paga del rey en persona, siempre atento al buen
funcionamiento de las casas de canto.
Existía gran diversidad de profesores: uno
componía las obras; otro hacía los arreglos musicales, y otro más se encargaba
de integrar los coros y la coreografía.
La función
del Cuicacalli iba más allá de ofrecer enseñanza artística; tenía, al igual que
el Calmécac, la función básica de transmitir y elaborar la lengua culta. Usaban
el verso de dos hemistiquios (así se denomina a
la mitad o fragmento de un verso que se mide en métrica como si fuese un
verso entero y va separada de la otra mitad por una pausa en la entonación)
Los dos
tipos de poesía más importantes eran los teocuícatl (cantos divinos) que
exaltaban los dioses, y los yaocuícatl (cantos guerreros) que describían y
celebraban la guerra.
Eran los
hijos de las clases privilegiadas acudían a los calmecac para aprender a
escribir poesía y a los cuicalli que eran casas de canto.
Se considera
a Nezahualcóyotl, el rey poeta de Tezcoco, en el siglo XV del México antiguo
como uno de los herederos de la antigua tradición tolteca ; en su poesía
concibe la vida como la actividad del pincel divino ; y al respecto dice
Federico Gonzalez : "Homologar el universo con una casa de pinturas –al
igual que aquélla donde se guardaban los códices–, la biblioteca y pinacoteca
divina, y al hombre como capaz de recrear el canto universal (ser su bardo o
ministro), es una explosión de formas y colores, algo deslumbrante. Es concebir
al mundo –y a nuestro paso por la vida– como una permanente obra de arte donde
se proyectan indefinidas imágenes cambiantes, igualmente bellas y fantásticas,
así estén coloreadas por la dicha o la tristeza, por el florecimiento de la paz
o por la dramática batalla cósmica"
Y José Luis
Martínez escribe: "...la vida le parece a Nezahualcóyotl semejante a los
libros pintados y el Dador de la Vida actúa con los hombres como el tlacuilo
que pinta y colorea las figuras para darles vida. Pero, al igual que en los
libros, también los hombres van siendo consumidos por el tiempo, nada puede
hacerse contra ello, todos pereceremos, de cuatro, en cuatro, y esta vida
fingida del libro que la divinidad pinta y borra caprichosamente es nuestra
única posibilidad de existencia".
Así el rey
poeta nos dice:
"Oh, tú con flores
pintas las
cosas,
Dador de la
Vida:
con cantos
tú
las metes en
tinte,
las matizas
de colores:
a todo lo
que ha de vivir en la tierra! Luego queda rota
la orden de
Aguilas y Tigres:
¡Sólo en tu
pintura
hemos vivido
aquí en la tierra!"
(poema de
Nezahualcóyotl
)
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