Según la “Historia chichimeca”, Cholula fue habitada por los
Olmeca-Xicalanca y gobernada por dos jefes:
El Tlachiyach
Tizacozque, señor relacionado con la tierra.
El Aquiyach
Amapane, señor relacionado con el agua.
Fue hasta 1168 que grupos toltecas-chichimecas procedentes
de Tula se establecieron en Cholula, imponiéndose a sus habitantes. Le dieron
el nombre de tollan cholollan tlachihualtepetl y retomó con fuerza su status de
ser una ciudad dedicada a Quetzalcóatl. Era el centro de mayor peregrinaje de
su tiempo, a la que se le llegó a comparar con la meca en Medio Oriente.
Lo anterior debido a que Quetzalcóatl estaba directamente
relacionado con la creación del hombre, así como también se sabía que lo había ayudado
a desarrollarse gracias a sus enseñanzas. Por ello es que se le dedicó una
ciudad completa a su culto.
En Cholula los toltecas construyeron un centro ceremonial
alrededor de la plaza mayor y levantaron un templo dedicado a Quetzalcóatl,
donde hoy tristemente se encuentra el convento Franciscano de San Gabriel y la
Capilla Real.
En Cholula aún se lleva a cabo un ritual dedicado a
Quetzalcóatl, el Festival del Equinoccio de Primavera de San Andrés Cholula. Se
llevan a cabo danzas y rituales, se lee poesía y hay música en vivo durante una
semana entera. También se ofrecen sesiones de temazcal gratuitas, muestras
gastronómicas, consultas con médicos nativos que conservan sus conocimientos
prehispánicos y muchas otras actividades.
Tollan Cholollan Tlachihualtepetl se traduce como “la ciudad
de los que huyeron hacia donde se encuentra el cerro artificial”. Cholollan es
el lugar donde se fundó la primera aldea del continente, cuya población fue
aumentando paulatinamente, hasta que se convirtió en una ciudad rebosante de
cultura y diversidad étnica.
Otros edificios que desaparecieron son las escuelas (como el
calmecac, que era la escuela para nobles), y el Xiuh Cali o “casa de turquesa”,
especial para el alojamiento del consejo de la ciudad y que fue reemplazado por
el portal del Ayuntamiento.
Las sorpresas no terminan. En 1931, el ingeniero Ignacio
Marquina inició la exploración de Cholula y se encontró con una red de túneles
de ocho kilómetros de longitud, que van del norte al sur de la ciudad.
Dentro de los túneles, se encontró el mural que hoy llaman
“El mural de los bebedores de pulque”, que muestra la tradición ancestral
pulquera de la ciudad.
Este mural es el más grande encontrado en México, con un
área de 60 metros de largo por 2,50 metros de altura, y se localiza en el
Edificio 3 del Conjunto de la Plaza de los Altares, en el lado sur de la zona.
Se cree que tal vez contaba con una parte superior que se perdió con el tiempo.
Los estudios arqueológicos han determinado que fue plasmado alrededor del 200
a.C. por los cholultecas.
Durante la invasión española, la cúspide de la gran pirámide
fue profanada por el ejército de Cortés y, con el tiempo, le colocaron un
templo católico en su lugar, dedicado hoy a la Virgen de los Remedios.
Los arqueólogos han afirmado que Cholula fue un importante
centro urbano que contaba con las más diversas actividades económicas y
sociales, rivalizando con Teotihuacan, pero manteniéndose vigente.
A continuación, un extracto de la obra Cholula 2000
tradición y cultura, del escritor Rodolfo Herrera Charolet:
“En la época del
diluvio moraban sobre la tierra los gigantes. Muchos perecieron sumergidos en
las aguas, algunos quedaron convertidos en peces y sólo siete hermanos se
salvaron en las grutas de la montaña Tlaloc. (…)
Xelhua, el
gigante, fue al sitio que después se llamó Cholollan y con grandes adobes
fabricados en Tlalmanalco, sitio muy distante y, conducidos de mano en mano por
una fila de hombres tendida entre ambos puntos, comenzó a construir la pirámide
en memoria de la montaña en la que fue salvado. Irritado, Tonacatecuhtli,
creyendo que la obra amenazaba con llegar a las nubes, lanzó el fuego celeste
y, con una gran piedra en forma de sapo, mató a muchos de los constructores
dispersándose los demás, y no siguió adelante la construcción…”.
Se dice que Ce Acatl Topiltzin Quetzalcoatl vivió en Cholula
después de vivir un tiempo con los mayas y, siendo Ce Acatl el profeta más
importante del mundo prehispánico, eso vuelve a Cholula un ciudad sagrada,
tanto como Jerusalén para los cristianos.
Así que, ya lo sabes, al acudir a Cholula tienes que mostrar
gran respeto por el pasado que la precede. No se trata únicamente de las ruinas
de una ciudad cualquiera, sino de la ciudad de Quetzalcóatl.
muy interesante gracias,algún dia la visitaré.Gracias por la información
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